1881-1890, Libro, Siglo 19 XIX (1801-1900)

1886. Viaggio de circumnavigazione della regia Corvetta “Caracciolo” [Parte 3]

Título: Viaggio di circumnavigazione della Regia Corvetta “Caracciolo”
Título traducido: Viaje de circunnavegación de la Corbeta Real “Caracciolo”
Autor: Comandante Camillo de Amezaga
Fecha de publicación: 1886
Lugar de publicación: Roma
Idioma original: Italiano

Descripción del libro:
Relato oficial de la expedición de circunnavegación realizada por la corbeta italiana Caracciolo entre 1881 y 1884. El volumen documenta las observaciones realizadas por su tripulación durante el recorrido por distintos territorios de Asia, Oceanía y América del Sur. Aporta una visión europea decimonónica sobre los aspectos geográficos, naturales, sociales e industriales de los lugares visitados, y constituye una fuente valiosa para el estudio de las relaciones científicas y diplomáticas del siglo XIX.

Referencia bibliográfica (APA):
de Amezaga, C. (1886). Viaggio di circumnavigazione della Regia Corvetta “Caracciolo” negli anni 1881-82-83-84. Volume III. Roma: Forzani e C., Tipografi del Senato.
Última edición: 06/10/25
 Nota para los lectores

El siguiente texto proviene del libro Viaggio di circumnavigazione della Regia Corvetta “Caracciolo”, publicado en Roma en 1886 como parte del relato oficial de una expedición naval italiana alrededor del mundo entre 1881 y 1884. La obra ofrece una rica descripción literaria del paisaje industrial y social de diversos lugares, incluyendo Lota, desde una mirada europea del siglo XIX. Sin embargo, presenta varias imprecisiones históricas al referirse a personas, fechas y estructuras económicas. Esto era habitual en los relatos de viaje de la época, que mezclaban observación directa con rumores o interpretaciones parciales del contexto local. Recomendamos su lectura con una mirada crítica y contextualizada.

[p. 369 – 378]

III. Las minas de carbón1 y las fundiciones de Lota

Actualmente en Lota hay cinco minas de carbón de piedra en explotación, llamadas: Pique Alberto, Pique Chambeque, Pique Lotilla, Pique Chiflón y Pique Arturo. Tienen una importancia muy considerable, pues su producción diaria asciende a 800 toneladas de combustible.

En 1881, la cantidad total extraída fue de 190.488 toneladas, de las cuales 48.840 se consumieron en el establecimiento metalúrgico local, y las restantes se embarcaron hacia los puertos de Chile y Perú, y se distribuyeron a paquebotes y buques de guerra. Para 1882 se calculaba una producción de 240.000 toneladas.

La extracción del combustible se hace por cuatro piques verticales —para las primeras cuatro minas indicadas— y por un plano inclinado en la quinta. Cada mina cuenta con maquinaria a vapor. El trabajo manual se realiza desde la salida hasta la puesta del sol por adultos y muchachos, en número de 2.200, con un salario diario promedio de 75 centavos de peso chileno. Los piques Alberto, Chambeque y Lotilla están comunicados entre sí. En las cinco minas se trabajan tres capas de carbón; la más baja se encuentra a unos 100 metros bajo el nivel del mar, con un espesor de 1,50 m.

La mina Pique Alberto, situada al oeste de Lota y a unos dos kilómetros de distancia, es la más profunda —aprox. 130 m— y la más importante: da normalmente más de 250 toneladas diarias de carbón y ocupa 300 personas.

Se baja a esta mina por un pozo vertical de sección rectangular (3 × 4 m), cuyas paredes, en la parte superior, están revestidas de mampostería y, en la inferior —salvo en algunos puntos donde la roca es firme—, sostenidas por entablados de madera para evitar derrumbes. El agua, que proviene del trasudamiento del terreno, forma una densa niebla y cae a modo de lluvia. Dos grandes bombas aspirantes y elevadoras, instaladas dentro del pozo y movidas por una máquina a vapor de 20 caballos de fuerza, eliminan continuamente el agua que se acumula en el fondo. Otra máquina motriz, de menor potencia, imprime movimiento a un eje horizontal con dos grandes poleas; en cada una se arrolla, en sentido opuesto, una banda metálica de 15 mm de espesor y 150 mm de ancho, hecha de hierro galvanizado. Las bandas se apoyan en dos poleas de retorno, colocadas sobre el pozo en caballetes, y sostienen, cada una en su extremo, una gran jaula de hierro donde se colocan dos cajas prismáticas del mismo metal. Las ascendentes van llenas de carbón y, por la disposición de la banda en las poleas, actúan simultáneamente con las descendentes, que van vacías. Ambas jaulas son guiadas por fuertes cables metálicos fijados rígidamente en el fondo del pozo y sobre caballetes.

Por medio de estas jaulas-vagón los visitantes descienden hasta la capa más profunda de la mina, donde se ven las bóvedas de numerosas ramificaciones, también sostenidas por fuertes entablados, puesto que la roca es en muchas partes friable. En el punto de trabajo se observa una capa de carbón de 1,40 m de espesor; allí los esquistos son raros.

Del examen de este carbón se reconoce de inmediato que pertenece al tipo de las hullas, y precisamente a la primera categoría (hullas aglutinantes), según la clasificación de Thompson. Como en todas las hullas, toda huella orgánica de la madera de origen ha desaparecido. Este carbón es laminar, escamoso y en muchas partes tiene aspecto de brea; al arder se hincha y se aglutina, su llama es larga y blanquecina, produce mucho humo y, en poder calorífico, corresponde —por experiencia— a unos 4/5 del carbón de Cardiff; sin embargo, su precio moderado, de unas 26 liras italianas por tonelada, lo hace preferible al carbón inglés, que en estas regiones cuesta muchísimo.

Las tres capas en explotación en el Pique Alberto están dispuestas así: la primera a 95 m de profundidad desde el promontorio donde está la boca del pozo, con espesor medio de 75 cm; la segunda a 113 m con 1,03 m de espesor medio; y la última a 127 m con 1,50 m de espesor medio. Las tres capas se comunican entre sí mediante planos inclinados practicados al interior. Las direcciones de laboreo son paralelas y cortadas perpendicularmente, de modo que forman una especie de tablero de ajedrez. Por la configuración del litoral, resulta que algunas galerías quedan bajo la superficie del mar, a más de 100 m de profundidad.

El carbón se arranca con barretas de hierro y, a veces, con pequeñas voladuras; luego se transporta sobre rieles en vagoncitos —cajas de plancha, de cuatro ruedas, con capacidad de 400 kilos— hasta la jaula que, en el fondo del pozo, está lista para recibirlos. En los pasos angostos el hombre empuja los vagoncitos; donde la galería es más ancha, un caballo tira simultáneamente cuatro de ellos. Cada minero lleva gorra de cuero con pequeña visera, en la que se coloca una lamparita. A lo largo de las galerías hay puertas intermedias que se cierran cuidadosamente cada vez que se transita, para impedir que la corriente de aire apague las luces. En cada ascenso de jaula suben dos vagoncitos, que, puestos sobre los rieles de una vía férrea, son llevados —por medio de una cadena sin fin movida por la misma máquina— al amparo de una amplia techumbre, donde se vacían en el depósito inferior, o directamente a las lanchas, mediante un conducto tubular inclinado situado a pocos metros del depósito. Al mismo tiempo, los vagoncitos vacíos son llevados a la jaula descendente por el otro ramal de la cadena, paralelo al primero.

La mina más cercana al pueblo es Pique Chambeque, con 115 m de profundidad; trabajan 400 personas, y dieciocho caballos y una máquina a vapor están destinados al movimiento de los vagoncitos sobre los rieles. De esta mina, similar a la anterior, se extraen en promedio 200 toneladas diarias de carbón. No tiene bomba de achique, pues está comunicada por desagüe con el Pique Alberto, donde se hace la extracción del agua. En algunas galerías, donde la capa carbonífera se eleva sensiblemente formando un plano inclinado pronunciado, hay dos rieles con un sistema de contrapeso para 12 o 15 vagoncitos, que suben vacíos y bajan cargados.

En esta mina se observa alguna capa de carbón que forma con el plano horizontal un ángulo de más de 40°; los esquistos son más abundantes y, al internarse algunos kilómetros en la galería, se siente un aumento sensible de temperatura. A intervalos se ven casillas para los capataces —mayordomos—, donde guardan tablas, lámparas y otros utensilios necesarios. Las caballerizas se encuentran próximas al pozo de salida.

Las minas Pique Lotilla y Pique Arturo son idénticas a las anteriores; la primera está a unos 100 m bajo el nivel del mar, la segunda a poco más. Para sacar el agua de esta última, cuando el depósito formado en el fondo del pozo para reunir los escurrimientos está lleno, se emplean los mismos vagoncitos y la misma máquina con que se eleva el carbón; el trasudamiento es, sin embargo, de poca entidad, aunque los conductos se ramifican de modo que, subiendo verticalmente por uno de ellos, situado al oriente, se saldría varios metros mar adentro, en medio del mar. Los distintos depósitos aluviales que cubren y se interponen entre las tres capas de carbón en Pique Lotilla son 30, de los cuales tres carboníferos: el primero a 51 m, el segundo a 85 m y el tercero a 97 m de profundidad. Tienen una inclinación del 12 % y son paralelos. La capa subyacente a la última veta es de excelente arcilla, que se extrae para fabricar ladrillos.

En Pique Chiflón se desciende por una galería de 500 m, inclinada 18 %, a lo largo de la cual hay dos rieles. El vagón cargado va sujeto a un cable metálico y arrastra por detrás una barra de hierro en forma de horquilla, de modo que, si se rompe el cable, el vagón no pueda precipitarse al fondo, sino que quede frenado por ese puntal. En el otro extremo se engancha otro vagón, de modo que mientras uno baja, el otro sube. El vagón que llega a la superficie se conduce al muelle de embarque, robusta construcción de hierro y madera de unos 200 m de largo. En esta mina es preciso usar lámparas de seguridad, debido al desarrollo de gases inflamables.

Un ramal de ferrocarril de tres kilómetros comunica todas las minas, excepto la primera, llamada Lota. Dos locomotoras trabajan continuamente los días hábiles, y el carbón, a medida que se extrae, se embarca.

La Compañía Esplotadora mencionada, aprovechando la abundante cantidad de carbón que tiene en sus manos, desarrolla otra gran industria: la fusión del mineral de cobre, que recibe con vapores propios desde la costa norte de Chile, y desde Bolivia y Perú. Asimismo fabrica ladrillos refractarios y otras piezas de greda, y botellas de vidrio.

El establecimiento-fundición está en Lota bajo y cuenta, además de máquinas para triturar el mineral y transportarlo, con 20 hornos para calcinación y 22 hornos de fusión y refinería.

Se trabaja día y noche, y los operarios suman 400.

En 1881 llegaron a Lota 50.800 toneladas de mineral, de las que se obtuvieron 10.589 toneladas de cobre, que, en forma de barras y panes2 (lingotes), en su mayor parte se envía luego a Inglaterra.

Los chilenos se jactan de producir dos tercios de todo el cobre que se consume en el mundo, y quizá esta proporción, si no es exacta, no está muy lejos de la realidad.

El proceso por el cual se extrae el metal del mineral es el común de los hornos a reverbero. Los hornos para la primera fusión del mineral están dispuestos de dos en dos, uno junto al otro, en la misma línea paralela a la playa, de modo que una sola chimenea se comunica con dos hornos. En el lado opuesto a la chimenea existe, para cada horno, un hogar de forma cúbica, construido en ladrillo, cuya parrilla tiene una inclinación de unos 40° con el plano horizontal, a fin de que el aire de combustión golpee y atraviese una mayor superficie de combustible, empujando además hacia el horno todo el calor concentrado en la masa incandescente de carbón.

Sobre los hornos y hogares hay dos pasarelas con dos rieles, que conducen a una gran plataforma donde hay grandes acopios de mineral y carbón. Los vagones, de forma troncopiramidal con base rectangular y compuerta inferior, se empujan por la vía y se llevan a un embudo fijo sobre el horno, de modo que, abriendo la compuerta, el mineral cae al hogar del reverbero, donde, con largos rastrillos, se extiende en una capa uniforme. Dos de estos carros llevan 40 a 45 quintales de mineral, que es precisamente la cantidad que se emplea en cada fusión. El tiempo necesario para completarla es de 6 a 8 horas; sin embargo, el ojo entrenado del operario no necesita reloj, pues por la forma que toma el mineral sabe cuándo debe abrir la compuerta para sacar las escorias, que están en la superficie de la masa líquida, y luego dejar escurrir por un pequeño orificio la llamada metalina (mata), que contiene 50 a 60 % de metal y es una mezcla de óxido de cobre, sulfuro de cobre y sulfuro de arsénico. Esta metalina, después de quebrada, se reduce en una moledora a grueso polvo y luego se somete a calcinación o arrogamiento por 12 horas, para liberarla del azufre y el arsénico, sustancias que, combinándose con el oxígeno del mineral, se desprenden por la chimenea junto con los gases de la combustión del carbón. La metalina, así reducida, se extrae del horno, se moja y se pasa a una segunda fusión, para que el metal se colée en moldes de forma regular, de los que salen grandes barras de 250 libras inglesas.

Entre las distintas calidades de minerales hay algunas que contienen poquísimo azufre; mezcladas con otras que contienen sílice, dan el llamado cobre rosado, que es el más puro (99,9 %), y se comercializa en lingotes o panes de 20 libras cada uno.

Respecto de estos últimos minerales, el proceso de extracción es similar al indicado; sólo que, después de la primera fusión —que se prolonga más, para que se volatilicen las pequeñas cantidades de azufre y arsénico contenidas—, la metalina triturada pasa directamente a la segunda fusión, que se opera lentamente para dar lugar a que los gases se desprendan; luego pasa por último a una tercera fusión en un horno menor, de donde el cobre, colado en moldes de fierro fundido, se pone en depósito.

La Compañía Esplotadora produce además ladrillos refractarios, tubos de greda para conductos, maceteros, etc. Los ladrillos fabricados al año ascienden a 200.000, y se emplean en parte en las fundiciones de cobre de Lota y en parte en otros establecimientos de Chile. La greda, como ya dijimos, es la que se extrae bajo las últimas capas carboníferas, y se prefiere la del Pique Lotilla. Salvo algunos operarios dirigentes, todo el trabajo lo realizan muchachos.

La fábrica de botellas da una producción anual de 20.000 botellas de vidrio para cerveza, vino, etc., obtenidas en hornos tipo Siemens con ocho crisoles.

El gran establecimiento minero y metalúrgico posee talleres suficientemente amplios y completos de máquinas y herramientas para la reparación y mantenimiento de todas las máquinas a vapor y aparatos mecánicos del propio establecimiento.

Los siguientes datos mostrarán, con la más convincente elocuencia, la importancia económica de las minas de carbón de Lota y de la Compañía que las explota.

Cantidad de combustible extraído en doce años

1870 ………. Toneladas 118.835
1871 ………. » 111.910
1872 ………. » 123.670
1873 ………. » 108.018
1874 ………. » 135.278
1875 ………. » 157.500
1876 ………. » 179.956
1877 ………. » 174.340
1878 ………. » 171.808
1879 ………. » 122.339
1880 ………. » 172.978
1881 ………. » 120.488

Total …….. Toneladas 1.697.120

Movimiento de mineral de cobre comprado en el mismo período para uso de las fundiciones de Lota:

1870 ………. Kilogr. 426.871,97
1871 ………. » 404.084,70
1872 ………. » 508.790,79
1873 ………. » 391.952,55
1874 ………. » 466.907,90
1875 ………. » 490.889,50
1876 ………. » 560.402,11
1877 ………. » 444.363,84
1878 ………. » 402.138,38
1879 ………. » 500.035,34
1880 ………. » 554.679,23
1881 ………. » 475.550,92

Total …….. Kilogr. 5.626.667,23

Cobre producido en barras y panes (lingotes) con dicho mineral:

1870 ………. Kilogr. 76.807,38
1871 ………. » 61.593,08
1872 ………. » 84.793,95
1873 ………. » 60.916,88
1874 ………. » 72.245,30
1875 ………. » 82.068,22
1876 ………. » 94.743,71
1877 ………. » 76.139,40
1878 ………. » 79.424,23
1879 ………. » 102.100,90
1880 ………. » 98.145,05
1881 ………. » 105.891,08

Total …….. Kilogr. 994.869,38

Beneficio neto obtenido por la Sociedad en estas empresas:

1870 ………. Pesos 506.549,83
1871 ………. » 576.307,47
1872 ………. » 1.007.804,86
1873 ………. » 562.236,36
1874 ………. » 830.971,71
1875 ………. » 713.018,08
1876 ………. » 563.449,52
1877 ………. » 379.142,55
1878 ………. » 482.968,68
1879 ………. » 581.368,57
1880 ………. » 855.374,09
1881 ………. » 693.291,16

Total …….. Pesos 7.752.482,88

En esta considerable suma —que representa un ingreso neto anual de pesos 646.032— no se incluyen los gastos permanentes que la Sociedad destina a mejorar las condiciones del establecimiento y que crecen año a año. Tales gastos suelen ascender a varios cientos de miles de pesos anuales; en los últimos años incluían la construcción de 500 casas de ladrillo para los operarios.

  1. Estos antecedentes se los debemos especialmente a nuestro primer mecánico, el caballero Muratgia. ↩︎
  2. El cobre en panes (lingotes) contiene 99,5 % de cobre; el de barras, 97 %. El mineral contiene en promedio 19 % de metal puro. ↩︎

FUENTE:

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