Título: El Parque de Lota Alto
Fecha de publicación: Noviembre de 1952
Lugar de publicación: Lota, Chile
Publicación: La Opinión de Lota: Periódico mensual para la región carbonífera Lota y Coronel
Número: Año XXVIII, N° 483
Páginas: 7 y 41
Autor: No consignado
Imágenes: Fotografías de Vargas Rosas

Referencia bibliográfica (APA):
La Opinión de Lota. (1952, noviembre). El Parque de Lota Alto. La Opinión de Lota: Periódico mensual para la región carbonífera Lota y Coronel, (483), 7, 41. Lota, Chile.

Última edición: 20/10/25

[P. 07 y 41]

El Parque de Lota Alto

Don Luis Cousiño Squella – Doña Isidora Goyenechea de Cousiño

Desde que asumió la dirección de la industria, don Luis Cousiño Squella, en 1863, esto es a la muerte de su ilustre padre, don Matías Cousiño, se iniciaron los trabajos de hermoseamiento de las colinas y quebradas que limitan al norte con la bahía de Arauco. Se proyectaba levantar en esos sitios la residencia de la familia Cousiño. Y era precisamente la lengua de tierra que avanza hacia el mar la que presentaba más singulares condiciones para tal proyecto que, además de la residencia, consignaba jardines y bosques que fueran testimonio permanente de las bellezas naturales de la costa chilena.

SURGE EL PARQUE DE LOTA

Fúe así como surgieron las primeras plantaciones y jardines del actual Parque de Lota Alto, que, con el correr del tiempo, debía tornarse en el más preciado monumento de la naturaleza y el más legítimo orgullo de la zona por su belleza y esplendor.

El Parque fué delineado entre los años 1863 y 1873 y fueron delicadas manos de mujer, las de doña Isidora Goyenechea Gallo, las que cooperaron con don Luis en la noble tarea de levantar esta mansión de las flores, hoy sitio predilecto para solaz de los habitantes de esta zona y punto de máxima atracción de turistas extranjeros y visitantes nacionales.

Fue el paisajista inglés, Mr. Bartlet, quien diseñó los jardines y demás obras de ornato y urbanismo del Parque.

Y durante 25 años, hasta la fecha de su muerte, en 1898, doña Isidora prosiguió con admirable afán hermoseando y enriqueciendo con plantas, árboles y finas flores extranjeras y nacionales las avenidas y demás sectores del Parque, que hoy en gratitud y merecido recuerdo lleva el nombre de su ilustre sembradora, que en los últimos años se hizo asesorar por el técnico irlandés, señor Guillermo O’Reilly, que tuvo también a su cargo las primeras plantaciones de bosques que se hicieron en Lota y que hoy cubren varios miles de hectáreas con millones de ejemplares de diferentes especies.

Quien visita el Parque de Lota, puede observar cómo se tuvo especial cuidado en conservar la vegetación indígena, completándola solamente con algunas plantas y árboles extranjeros adecuados para formar un conjunto armónico. Se ven en el Parque, por todas partes, robustos boldos, peumos, mañíos, pinos, pataguas, laureles, etc., al lado de las cimas, cipreses, pinos, abetos, cedros y otros árboles europeos.

Tumba de don Carlos Cousiño, en el Parque de Lota. (Foto Vargas Rosas)

Otro bello rincón del Parque: la laguna con sus surtidores. (Foto Vargas Rosas)

EL PALACIO

La superficie del Parque es de 14 hectáreas aproximadamente. Su ancho fluctúa entre 100 y 300 metros. El riego se efectúa totalmente con agua potable.

La construcción del actual Palacio fue iniciada en 1885, según los planos del arquitecto don Eduardo Fehrmann, el mismo que construyó el teatro Victoria de Valparaíso. Antes de terminarlo, el Plan Fehrmann fue modificado y la conclusión del Palacio se entregó al arquitecto francés, M. Guerineau, que le dio su actual aspecto.

Cuando estaba por terminarse, en 1898, y empezaba a llegar de Europa algunos muebles y menaje, falleció la señora Isidora y el Palacio no fue habitado.

En 1921, el Palacio fue habilitado para instalar en él las oficinas de la Administración General.

En 1939, a causa del terremoto, el Palacio sufrió serios perjuicios, lo que hizo necesario reconstruir totalmente su fachada, que fué modificada como está actualmente.

El Palacio del Parque. (Foto Vargas Rosas)

GRUPOS ESCULTÓRICOS

El Parque posee en su extremo poniente un Faro, cuya luz es visible hasta 12 millas y que es el vigía de la navegación del Golfo de Arauco.

Se encuentra también en el Parque, el Observatorio Meteorológico, con instalaciones muy completas y de grande utilidad en la previsión del tiempo.

El Conservatorio de plantas tropicales, más la numerosa colección de obras de arte, tales como las estatuas de la “Venus en el Baño” de Allegrain, cuya fuente decora la entrada del Parque; a la Diana Cazadora, el Caupolicán de Nicanor Plaza, el gran grupo de Neptuno y Anphytrite, las alegorías a la Poesía, la Música, la Escultura y la Arquitectura, las bellas figuras de Hipomenes y Atalanta, el Niño de la Espina, el Niño del Cordero, el Fauno tocando la Flauta y el grupo escultórico de las cuatro estaciones: Primavera, Verano, Otoño e Invierno, etc., revelan el exquisito buen gusto de los creadores del Parque, su refinada cultura y sus propósitos de hacer de esta mansión un sitio ideal de solaz y meditación.

El Parque de Lota Alto constituye, sin lugar a dudas, el sector más atrayente y espléndido de la gran zona minera. La Compañía se esfuerza, cada día, por conservarlo en toda la majestad de su belleza.

La Venus en el Baño, de Allegrain. (Foto Vargas Rosas)

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